viernes, 17 de diciembre de 2010

el banco santander,bbva,bsch,banco pastor, financia armamento nuclear y bombas de racimo

la banca siempre ha financiados guerras,trafico de drogas,terrorismos,esta es la banca que los gobiernos apoyan con el dinero de todos nosotros para que sigan robando,estafando y traficando con la muerte...





El «viva la muerte» de Explosivos Alaveses (Expal)

Expal reapareció en 2006 iniciando una nueva etapa: tras el fichaje de Francisco Torrente, ex secretario general de Política de Defensa, sus contratos con el Ministerio mejoraron notablemente.


Pere ORTEGA Centre d'Estudis per la Pau J.M.Delàs

Explosivos Alaveses, S.A. (Expal) cerró hace ya cinco años su factoría en Gasteiz, pero sigue siendo una de las industrias más señaladas por el movimiento antiarmamentístico. El autor destaca las conexiones con el Ministerio de Defensa español y sus actuales convenios con empresas de países que no han firmado el Tratado de Oslo.

Es fabricante de todo tipo de proyectiles, espoletas, carcasas y bombas. En el pasado, hasta su pro- hibición en España, fabricó las peligrosas minas antipersona y bombas de racimo o clusters, de similar efecto que las minas y consideradas como armas de destrucción masiva por sus efectos indiscriminados sobre la población civil. Expal es un exportador de armas y suministra habitualmente a los ejércitos de Turquía e Israel, países que mantienen una fuerte represión de los derechos humanos de la población en los territorios de Kurdistán y Palestina; las minas de Expal infectan las tierras de Colombia y Sahara Occidental; en la guerra Iraq-Irán, en 1984 se le abrió una investigación por parte de Naciones Unidas, tras descubrir que Iraq utilizó armas químicas (gas mostaza) en carcasas fabricadas por Expal. Por la dirección del grupo empresarial han pasado, entre otros, políticos como Josep Piqué o estafadores como Javier de la Rosa.

Esta industria, debido a su controvertida trayectoria y producción, ha sido, tanto en el pasado como hoy, objeto de campañas, denuncias y protestas del movimiento pacifista, y de igual forma ha merecido especial atención de la investigación por la paz.

Expal tuvo su sede en Vitoria-Gasteiz, y de ahí el nombre de Explosivos Alaveses. Cerró su factoría en abril de 2004. En junio de 2006 reaparece iniciando una nueva etapa; primero nombró como presidente a Francisco Torrente, ex almirante de la Armada española, que tan sólo unos meses antes ostentaba el cargo de secretario general de Política de Defensa (Segenpol). Ahí tenemos un ejemplo de representante del complejo militar industrial donde se entremezclan tanto los intereses in- dustriales como militares.

Tras este fichaje, los contratos de Expal con el Ministerio de Defensa mejoraron notablemente. Se adjudicó diversos contratos. Los últimos: uno de 2,1 millones de euros (enero 2009) por la venta de granadas de mortero de 60 mm. y 80 mm; recibió otro contrato de nueve millones para suministrar cargas de proyección y espoletas de 105 mm y 155 mm (julio 2008); además, participa en la fabricación del misil Iris-T para el avión EF-2000, y fue la adjudicataria de un contrato de 4 millones de euros (julio 2008) para la destrucción de las 5.600 bombas de racimo en posesión de las fuerzas armadas españolas, de las que a su vez había sido fabricante. Y ahora (abril 2009) la influencia de Francisco Torrente se vuelve a notar en el anuncio de un acuerdo de compra por parte de Expal de la factoría de Santa Bárbara en la localidad de Murcia, cuyos terre- nos son propiedad del Ministerio de Defensa.

Expal pertenece al holding MaxamCorp, antes denominado Unión Española de Explosivos (UEE). Maxam agrupa seis empresas en España dedicadas a la fabricación de toda clase de explosivos, tanto en el terreno civil como en el militar (Ver historial), tres de las cuales son: Explosivos de Burgos, Fabricaciones Extremeñas y Fabricaciones Metalúrgicas de Albacete, también de carácter militar.

Maxam es una transnacional con presencia en numerosos países a través de convenios y tres industrias propias. Sus actuales propietarios son José Federico Sánchez Junco, con un 50%; Banco Santander, con un 23% a través de Vista Capital controlada por el BSCH al 100%; y Ibersuizas del Banco Pastor, con un 17%.

La reciente firma por parte del Estado español del Tratado de Oslo que prohibe las municiones de racimo o clusters ha afectado a Expal, que se ha visto privada de uno de sus productos estrella, la bomba de dispersión BME 330, que contiene entre 180 y 512 submuniciones y que fabricaba en diversas versiones. Ahora nos llega la noticia de que Expal ha firmado un contrato de colaboración con dos empresas brasileñas Imbel y Engepron. De ambas, Imbel se dedica a la fabricación de explosivos y municiones. La firma del convenio con Imbel es doblemente preocupante, pues Brasil no sólo no ha firmado el Tratado de Oslo sobre armas clusters, sino que a su vez es uno de los principales productores y exportadores de armamentos de escasa tecnología, como es el caso de las bombas de racimo, y cabe la posibilidad de que el convenio contemple el traspaso de tecnología para la fabricación de este tipo de municiones.

De este modo, las transnacionales de armamento españolas tienen una fórmula para burlar los avances que la sociedad civil va logrando sobre desarme, trasladando su producción a países no firmantes donde tienen asentadas factorías o firmando convenios con industrias de estados menos escru- pulosos con la paz y el respeto a los derechos humanos.

y ahora veamos la conexion con la falsa bandera que sucedio en madrid el 11 de marzo,
“Explosivos de Burgos S.A. (E.D.B.), creada en 1979, se dedica a la carga, armado y terminado final de munición de artillería y bombas. Su línea de productos van desde proyectiles de artillería, munición naval, carga de bombas de aviación, hasta cargas de cabezas de guerra para misiles, minas marinas y torpedos, así como carga de granadas de mortero y carga de materiales para equipos de Fuerzas Especiales. Su planta de fabricación está situada en la localidad de Quintanilla Sobresierra, a 28 Km. de Burgos, con una población aproximada de 113 habitantes.

Esta fábrica es propiedad de la empresa “Explosivos de Burgos” (EDB), que pertenece al Grupo “EXPAL” (Explosivos Alaveses, S. A), la cual a su vez forma parte de “Unión Española de Explosivos” que, a pesar de su nombre, no tiene nada de española, puesto que es propiedad del Grupo “Pallas Investment”, formado por “Swiss Bank”, “AGF”, “Credit Lyonaiss” y “Elf Aquitaine”, de capital mayoritariamente francés. A nadie medianamente informado se le puede escapar la relación entre Swiss Bank y el blanqueo de dinero de la delincuencia europea de cuello blanco, así como la influencia de la petrolífera “Elf Aquitaine” en la política exterior francesa a causa de sus intereses de explotación en Oriente Medio, hasta el punto de determinar la postura del Estado francés en el asunto de Irak.

Estos datos resultan especialmente sugestivos, si se tiene en cuenta que, tras ganar las elecciones del 14 de marzo —a expensas de la participación del gobierno a cargo del PP en la guerra de Irak— lo primero que hizo el PSOE fue desmarcarse del bloque de poder burgués internacional formado por EE.UU., Gran Bretaña, Italia y Portugal, para empezar a orbitar en torno al eje franco-alemán. Más todavía, dado que uno de los directivos de la empresa “Unión Española de Explosivos” en aquellos momentos, es el general Jesús del Olmo, que hasta 1996 fue secretario General de los servicios secretos (durante el gobierno “socialista” de Felipe González.)



el año 1970 cuando la Compañía Española de Minas de Río Tinto S.A. se fusionó con la Unión Española de Explosivos, formándose el mayor holding industrial de España, Unión de Explosivos Río Tinto (E.R.T.). En 1977 se constituyó la empresa Río Tinto Minera S.A.,


Minas de Riotinto - Huelvapedia


El 11-M y Unión Española de Explosivos

Pere Ortega- publicado en Materiales de Trabajo, núm.24 (abril 2004)

El origen de los explosivos del horrible atentado que sembró de terror Madrid el pasado 11 de marzo tiene en el fabricante un lado obscuro que debe ser conocido. Al parecer los explosivos y los detonantes fueron robados de minas sin protección previamente suministradas por Unión Española de Explosivos, S. A. (UEE). Es bueno recordar que UEE tiene un largo curriculum de ventas de explosivos, espoletas, carcasas de bombas y minas personales, estas últimas hoy prohibidas en España.

UEE es un holding de empresas fabricantes de explosivos de carácter militar del que forman parte:

•Explosivos Alaveses, S.A. (EXPAL). Factoría situada en Vitoria, noventa trabajadores. Actividad: investigación, producción y comercialización de bombas de aviación, granadas, morteros, munición y explosivos de minería.
•Explosivos de Burgos, S.A. (EDB). Factoría en Merindad de Río Ubierna (Burgos), sesenta trabajadores. Actividad: fabricación de explosivos.
•Fabricaciones Extremeñas, S.A. (FAEX). Navalmoral de la Mata (Cáceres), cuarenta trabajadores. Actividad: fabricación de componentes de explosivos.
•Bresel [Bressel], S. A. Dieciocho trabajadores. Actividad: fabricación de componentes de explosivos.

Breve historia del grupo

UEE ocupa el primer lugar como fabricante de explosivos del Estado español y el cuarto lugar en el mundo.

A principios de los años 1980, la industria de armamentos en España vive un importante crecimiento. En esta época la industria química española estaba dominada por dos grandes empresas: Unión Explosivos Río Tinto, S.A. (ERT) y S. A. Cros.

Para conocer la Historia de Unión Explosivos Río Tinto (ERT) hay que remontarse a 1873 con la creación de The Río Tinto Company, empresa química británica dedicada a la extracción de cobre y pirita en Riotinto.

En 1954, esta empresa fue adquirida por capital español y pasó a denominarse Compañía Española de Minas Río Tinto.

En 1969 con la fusión de Minas Río Tinto y Unión Española de Explosivos (creada en 1896), nace Unión Explosivos Río Tinto convirtiéndose en el primer fabricante de productos químicos de España, con factorías repartidas por toda la geografía española y dedicada a la extracción de minerales, pero también a la fabricación de explosivos, abonos, plásticos y química orgánica e inorgánica.

Una rápida expansión hacia los sectores petroquímicos, papel, farmacia, alimentaria, editorial, inmobiliaria, etc., llevó a que el grupo en 1981 estuviera compuesto de setenta y cinco empresas filiales y asociadas.

ERT sufrió una fuerte crisis (once mil trescientos veinte millones de pesetas de pérdidas en 1982) que hicieron temer una suspensión de pagos.

En 1983 y 84 consiguieron, no obstante, negociar con bancos y preparar un plan de reestructuración que comportó fuertes desinversiones (en mayo de 1982 suponían ya treinta y cuatro mil ochenta y dos millones de pesetas). Sus acciones, que habían bajado mucho, se volvieron a recuperar.

Esta crisis afectó también, de forma indirecta a Explosivos Alaveses, ya que una parte de su capital pertenecía a ERT, S. A., a través de Unión Española de Explosivos.

Explosivos Alaveses, S. A. (EXPAL) fundada el 2 de febrero de 1946, había conseguido a principios de los ochenta una importante actividad exportadora.

En 1983 se cifraba en mil millones de pesetas, exportadas principalmente a Marruecos, Jordania y Argentina.

No obstante, en 1984 las ventas de la empresa habían bajado un trece por ciento debido a un descenso en las exportaciones. A este hecho hay que añadir la contracción del mercado interior que se hizo notar en 1985.

En 1986 la adquisición del grupo kuwaití, Kuwait Investiment Office (KIO), de Explosivos Río Tinto y de S. A. Cros, produce una gran transformación en el sector químico español.

ERT era poseedora del cuarenta por ciento de acciones de Esperanza y Cia., una importante empresa privada de armamentos situada en Markina (Vizcaya) dedicada a la fabricación de morteros y explosivos.

El 30 de junio de 1989, S. A. Cros absorbe a Explosivos Río Tinto, y nace la nueva empresa ERCROS, S. A., el principal accionista de la cual es el Grupo Torras (KIO) con un treinta y ocho por ciento del capital.

ERCROS, S. A. dirige un grupo de setenta y nueve empresas, entre las cuales se encuentra Unión Española de Explosivos, S. A.

Unión Española de Explosivos, S. A. (UEE) había sido refundada el 28 de julio de 1988. La totalidad de su capital fue adquirido por ERCROS, S. A., y de esta manera se convirtió en la cabecera de la división de explosivos de esta empresa.

UEE adquirió, por otra parte, la totalidad del capital de Explosivos Alaveses, S.A. Recordamos que también tenía como filiales a les empresas Explosivos de Burgos (EDB) y Sitec.

Entre 1990 y 1991, ERCROS atraviesa una importante crisis que la desplaza del primer lugar de la clasificación de ingresos de las empresas del sector hasta el lugar 67.

Se desprende de algunas de sus filiales y, en 1992 presenta suspensión de pagos conjuntamente con sus filiales Nicas, Agrocos, Industrias Químicas de Zaragoza y Fesa-Enfersa, con un pasivo para la casa matriz de cuarenta y dos mil quinientos setenta millones de pesetas. Durante el año 1992 se pone en marcha un plan de saneamiento que reducirá el grupo en un tercio.

Unión Española de Explosivos en 1990 facturaba un veinte por ciento de sus ventas al área de defensa. En 1993 la falta de pedidos la obliga a cerrar sus tres plantas.

Explosivos Alaveses, S.A. también se ve afectada por la falta de demanda desde 1990 en sus dos factorías de Álava. En 1992 el ochenta y cinco por ciento de sus ventas se efectuaban a clientes dependientes del Ministerio de Defensa y a las firmas del grupo UEE, Bresel [Bressel] y EDB. En 1993 cierra una de sus dos factorías.

En 1994 Unión Española de Explosivos es adquirida, a setecientas pesetas la acción, por el grupo holandés Pallas Invest, holding con capital del que participan Swiss Bank, AGF, Credit Lyonnais y Elf Aquitaine.

Por tanto en 1994 era ya el cuarto fabricante mundial, y líder en España en la fabricación de explosivos, con filiales en Australia, Ghana, Sudáfrica, Portugal y Estados Unidos.

Actualmente, Explosivos Alaveses, S.A. (EXPAL) está controlada en un cien por cien por UEE que, a su vez, pertenece al grupo Pallas Invest y tiene también como filiales del sector a Explosivos de Burgos (EDB), Fabricaciones Extremeñas (FAEX) y Bresel [Bressel].

Estas tres filiales están dedicadas íntegramente a la fabricación de diversos componentes de explosivos de carácter militar. El ensamblado y montaje final de la bomba lo lleva a cabo EXPAL.

UEE, ha sido el principal fabricante de las minas antipersonas en España y la principal suministradora de minas al ejército español, a su vez, fue ella misma, la beneficiada por el Ministerio de Defensa para la destrucción de las ochocientas veinticinco mil minas que poseía el Ministerio.

Asimismo, la empresa tiene un largo historial en el suministro de explosivos a países del Tercer Mundo. Entre sus clientes se cuentan países africanos y asiáticos.

Entre otros, y a través de EXPAL, suministró armamento a Iraq e Irán durante la guerra que enfrentó a ambos contendientes, y fue objeto de una investigación en 1984 por parte de Naciones Unidas por haber vendido a Iraq las carcasas de bombas químicas que contenían gas mostaza y nervioso que costó la vida a centenares de iraníes.

Durante esta etapa el exministro Josep Piqué fue un directivo importante del grupo ERCROS, y dirigió la empresa Erkimia, industria reiteradamente denunciada por vertidos incontrolados de substancias muy contaminantes al río Ebro.

Otra consideración relacionada con el suministro de explosivos a Iraq muestra la perversidad de las ventas de armas: en 1991, el régimen de Sadam Hussein invadió Kuwait y se supone que utilizó los armamentos vendidos por UEE. Es decir, el grupo kuwaití propietario de UEE estuvo suministrando armamentos que luego fueron utilizados para atacar al propio Kuwait

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