domingo, 17 de abril de 2011

REFINADOS;LA SAL DESCUBRIENDO EL ENGAÑO (1º PARTE)

Cada uno ingiere la enfermedad que padece
Arturo Capdevila




Sin el aporte cotidiano de sal, el organismo irá perdiendo su calidad funcional, y sin que lo vayamos notando, LA ENFERMEDAD SE ADUEÑARA DE NUESTRO ORGANISMO.

Deberemos ahondar en la historia de la humanidad y la evolución tecnológica, para comprender las razones por las cuales la sal pasó, de ser considerada "oro blanco", a convertirse en un "veneno cotidiano". la refinación y la aditivación de la sal blanca, y el nefasto exceso de sodio en nuestros habituales alimentos industrializados. El cuerpo intenta neutralizar la cotidiana intoxicación mediante variados mecanismos y cómo sucumbe ante la crónica agresión.
La sal resulta un elemento ideal para visualizar un concepto esencial en la nutrición, término entendido como cotidiano aporte reconstituyente y revitalizante de los organismos vivos.Resulta obvio que en un circuito estable y sin pérdidas de fluido, las razones para tener que incrementar la presión de una bomba es una sola: el aumento de la viscosidad del fluido. A mayor viscosidad del líquido, mayor necesidad de empuje para mantener la eficiencia funcional del circuito. Este sencillo razonamiento nos conduce directamente a focalizarnos en la "viscosidad" de la sangre, el fluido de nuestro aparto circulatorio.
Los desechos que vamos incorporando diariamente a nuestro cuerpo a través de una alimentación de mala calidad, en la cual la sal y las grasas son solo una parte, superan con creces la capacidad natural de eliminación de los emuntorios. Estos órganos especializados en la limpieza corporal (hígado, riñones, intestinos, pulmones, piel, sistema linfático) se ven desbordados en la tarea cotidiana, al ser más lo que entra que lo que sale. La sangre, sobrecargada de elementos tóxicos, se hace cada vez más espesa y viscosa, disminuyendo la velocidad de circulación. Los desechos comienzan a depositarse en las paredes de los vasos sanguíneos, los cuales ven gradualmente reducida su sección y esto dificulta la irrigación.
Todo ello es apenas una parte del estado de ensuciamiento corporal, que tan bien definiera el Dr. Jean Seignalet y que, en mayor o menor medida, afecta a toda sociedad volcada a la alimentación industrializada. El ensuciamiento es un fenómeno de las últimas décadas, generado por la antinatural forma de alimentarnos y el total olvido del mantenimiento depurativo. El problema comienza cuando el alimento cotidiano no está adaptado a nuestra fisiología.
Entonces la digestión de la comida es insuficiente, la flora se desequilibra, se genera putrefacción, inflamación y entontecimiento del bolo alimenticio.
Esta combinación de factores genera un peligroso incremento de la permeabilidad intestinal, lo cual permite que gran cantidad de macromoléculas alimentarias y bacterianas, atraviesen fácilmente ¡a delgada mucosa intestinal. De ese modo, gran cantidad de sustancias inconvenientes se vuelcan rápidamente al flujo sanguíneo, espesándolo y ensuciando los órganos irrigados. Con el paso de los años se generan graves problemas ulteriores, como la hipertensión, los problemas cardiovasculares, el colapso de la función hepática y el "tilde" del sistema inmunológico.emos claramente cuál es la causa profunda de la hipertensión: la sangre sucia y los capilares obstruidos obligan al corazón a bombear con mayor presión a fin de mantener la imprescindible capacidad de Irrigación. O sea que la elevación de la tensión arterial no es más que un mecanismo defensivo para preservar las funciones vitales. Sin embargo, frente a una lógica tan sencilla, tratamos de "idiota" a nuestro corazón; ingerimos medicación hipotensora (para reducir la presión) en lugar de limpiar y fluidificar la sangre. Es más, en Lausana (Suiza) están desarrollando una vacuna para la hipertensión!!! Dado que se debería aplicar cuatro veces a¡ año, es fácil imaginar el negocio... que nuestra misma ignorancia sustenta!!!
Si actuásemos con sentido común, no solo nos ahorraríamos los fármacos (con el costo y los efectos secundarios inherentes), sino también el terrible gasto extra de energía que significa para nuestro organismo el cotidiano esfuerzo de elevar la presión sanguínea. Esto permite comprender porqué tanta "fatiga crónica" y tanta falta de energía: estamos malgastando nuestro caudal energético por el simple hecho de ensuciar cotidianamente el cuerpo y no ocuparnos de sus necesidades depurativas.
Por cierto que la pésima calidad de sal y grasas que consumimos, ponen su granito de arena en el espesamiento de la sangre. Pero privarnos por completo de estos nutrientes esenciales es un absurdo total. No se puede concebir el correcto funcionamiento orgánico sin diarias dosis de sal y grasas.
Henry Schroeder: "La sal es la base y el sostén de la vida. La vida comenzó en la salinidad y no se puede librar de ella" Así como en materia de grasas dependemos del aporte alimentario de ciertos ácidos grasos esenciales que solo sintetizan los vegetales, en materia de sal dependemos de ciertos microminerales (oligoelementos) que también resultan esenciales en aquellas pequeñísimas dosis presentes en el plasma marino. Y la sal no es más que el residuo sólido de dicho plasma, tras la evaporación del agua. De allí la importancia que las antiguas civilizaciones asignaban a la sal.

La palabra salario procede del latín "salarium", que significa ración de sal. Los romanos la utilizaban como moneda de cambio en las transacciones y preferían el pago en sal antes que en oro; sostenían, con razón, que con oro y sin sal podían morir. Josef Stalin usó este conocimiento, privando de sal a sus opositores, prisioneros en los campos de concentración, y por tanto no podía ser considerado directo responsable de sus muertes!!!
Siempre la sal fue controlada por los poderosos, sujeta a impuestos y considerada cuestión de estado; por ello lo de "oro blanco". Una de las tantas razones que generaron las famosas Cruzadas de la Edad Media, tenía que ver justamente con el comercio de la sal y las especias. También podemos recordar lo que significó en India la "Guerra de la sal" y lo estratégica que resultó esta cuestión en el movimiento independentista de Gandhi.
Los japoneses consideraban a la sal como un elemento contractivo (yang), alcalinizante, proveedor de fuerza física y energía sexual, preservante del calor corporal y favorecedor del metabolismo en general.
Uno de los compuestos claves de la homeopatía estructurada por Hahnemann (1755-1843) es el Natrum Mur. Esta dilución potenciada de la sal de roca se utiliza, aún en la actualidad, para tratar: problemas emocionales causados por aflicción reprimida u otros sentimientos (ansiedad, depresión), afecciones con descargas y mucosidades (catarro, resfríos), problemas bucales (gingivitis, úlceras, halitosis), dermatosis (verrugas, granos, forúnculos, llagas), golpes de sol, bocio, anemia, indigestión, estreñimiento, hemorroides, dolores de espalda, menstruaciones irregulares, etc.

NESTOR PALMETTI

No hay comentarios:

Publicar un comentario